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Leyendas y tradiciones de Moca


Leyendas orales
La ciudad de Moca tiene su propia cultura y costumbre; se caracteriza por anuncios a los muertos por medios audio parlantes callejeros, el viaducto y el ferrocarril de Moca, nuestra primicia de tener un Zoológico Botánico, así mismo como la frase de ser “Seco, Sacudío y Medío por Buen Cajón”, son elementos apropiados de la cultura y folclore de Moca. Los dichos de que “los mocanos caminan por el medio de la calle” y de que cuando va a llover “has como los mocanos que se la dejan caer”. Estas principales características pertenecen a la cultura de los mocanos.
Por las calles

Es frecuente escuchar que  “los mocanos caminan por el medio de la calle” y de que cuando va a llover “has como los mocanos que se la dejan caer”. Estas principales características pertenecen a la cultura de este pueblo.
“los mocanos caminan por el medio de la calle” En años muy remotos la infraestructura de las casa de Moca eran de estructura antigua en madera, altas, de cinc, el frente de las casas no tenían ante patio y estaban muy pagadas a las aceras y estas eran muy estrechas.
Las casas no tenían persianas, sino ventanas que habrían hacia afuera y cuando algún poblador iba caminando por las aceras, los sorprendía de repente un golpe por estas ventanas.
Debido a este problema los mocanos se vieron en la necesidad caminar por la calle para librarse de tremendo golpe y como en aquel tiempo las no eran tan transitadas, pues las aceras eran más peligrosas que el medio de la calle. Esta supuesta costumbre, también es identificada donde quiera que llega un mocano. 
 Buen cajón
La frase de ser “Seco, sacudio y medío por buen cajón” se asocia a las  características  típicas  de los residentes en esta comunidad, se circunscribe a su celo en el cumplimiento estricto  de  la palabra  empeñada que han  hecho proverbial su lealtad en su  credo político,  en sus negocios y en su trato familiar, y su ánimo está  siempre  dispuesto a  valorizar  cuantos  esfuerzos converjan  a un fin de utilidad  colectiva.

De  ahí  es  que  surgen los  epítetos que  distinguen al mocano de “Seco, sacudío y medío por buen cajón”, los cuales hacen referencia  a un hombre  serio, honesto y  responsable, en fin, un “hombre  de pelo en pecho” que “le pesa  el ruedo de  sus pantalones”.

En la época de  bonanza de la producción  cafetalera, centro del comercio hacia otros pueblos del país y del exterior,  para señalar la confianza depositada en el negocio, se decía que si el café era de Moca estaba  medido por buen cajón. Su  devoción  en la fe  cristiana se refleja en el fervor de sus fiestas patronales. 
Moca es una población con fuertes creencias cristianas, formado religiosamente bajo el manto Sagrado de la Virgen del Rosario, y en honor a ella son celebradas las fiestas patronales.
Los mocanos, son los únicos dominicanos que anuncian sus muertos por las calles en una guagua anunciadora, esta y otras estampas de la cultura mocana, son notorias en cada esquina y paseo por la ciudad de los presidentes.

Fiestas Patronales y cristianas

Moca es una población con fuertes creencias cristianas, formando religiosamente bajo el manto Sagrado de la Virgen del Rosario, y en honor a ella son celebradas las fiestas patronales del pueblo. Dicho culto se debe a una revelación de la virgen María a Santo Domingo de Guzmán, el cual está reconocido como fundador del rezo del Rosario.
Se iniciaban con todo el esplendor y el bullicio pueblerino las festividades de un pueblo brotando casi de manera espontánea presentando un caleidoscopio popular en la celebración anual de las fiestas del Rosario, las fiestas patronales de Moca. Ya se podían oír los aspergios calamitosos y el ronquido de la añejada voz del inolvidable “Fuache”, quien con su vejete acordeón trataba de entonar los ritmos y melodías de su inacabable repertorio.
Ese era el aviso inminente de lo que vendría luego, era el inicio de las festividades esperadas por todos. Ya se acercaban los días festivos. Constituyen estos días festivos un escape emocional para los mocanos donde se pone a prueba la inmensa capacidad de un pueblo para reír y gozar al ritmo de su sabrosa música y de su inacabable vocación de estar alegre, aunque sea para disculpar los malos momentos que los sinsabores de la vida le prodigan a todo humano.
Las fiestas del Rosario en Moca es una convocatoria alegre para templar el espíritu de los mocanos que en esta ocasión vibra y se llena de un colorido inusitado que transforma la rutina diaria de la Villa del Viaducto en un episodio de inconmensurables vivencias que cada año trata de superar las del año anterior.
Parecía una lucha titánica entre hombres y mujeres que dejaban flotar su imaginación para brindarle a los mocanos un espectáculo digno del entusiasmo colectivo que desbordaba los corazones de los moradores de nuestro querido pueblo.
 Era la época en que todavía las casas licoreras y cigarrilleras no habían dado el zarpazo a nuestras tradiciones populares, que todavía no habían degenerado en el corrupto bacanal que se exhibe muchas veces a causa precisamente de ese desbordamiento propagandístico que reduce la fiesta a una lucha de marcas de ron y cigarrillos.
En las fiestas de Nuestra Señora del Rosario en el antaño, las calles de Moca se veían engalanadas con guirnaldas y arreglos de papeles multicolores alrededor de matas de plátanos que se transportaban de los umbrosos platanales para servir de adorno en las calles céntricas de la ciudad y así ofrecer un ambiente decorativo que recobra el símbolo de la mocaneidad y se expresa con vistosos adornos para lucir como una miniatura de los grandes paseos mundiales.
Hay que recordar que estas fiestas patronales tenían un hondo sentido religioso y por esa razón, respondían a un criterio parroquial influido poderosamente por los principios de la moral cristiana.
En estas celebraciones todo se hacía, pero sin excesos ni escándalos, ya que si se salía de la norma, se corría el riesgo de recibir como una andanada de truenos la reprimenda, desde el púlpito dominical, de una estentórea y melodiosa voz del Padre Bobadilla que condenaba cualquier desliz o desafuero cometido. En los días previos a la celebración, Moca vivía un ajetreo y una actividad inusitadas.
Las muchachas bellas de la comunidad se preparaban para concurrir a la fiesta de coronación de la reina de ese año. Los jóvenes se preocupaban por lucir nuevas galas y encargaban sus trajes a aquellos sastres artesanos que con sus prodigiosas manos, con tijeras y agujas, confeccionaban joyas que hacían sentir orgullosos a sus detentadores.
Moca, en su expresión folclórica y cultural, se caracteriza por tener una cultura histórica de acuerdo a los acontecimientos presentados y los elementos tradicionales propios que identifican a esta comunidad como ente Folclórico de su región.
Con el transcurso del tiempo, Moca ha experimentado cambios y nuevas tendencias en sus costumbres como pueblo. Disfraces, y con ellos la des-inhibición que nos permite la alegoría a cosas, situaciones, personajes, leyendas, historias y acontecimientos. Aunque un pueblo se inicia en las actividades carnavalescas importa mucho la experiencia de otros pueblos e incluso se toman referencias de sus disfraces, personajes, máscaras, es necesario que ese pueblo identifique las cosas, situaciones, personajes, leyendas, historias acontecimientos y tradiciones propias.
Es una forma de que el carnaval sea una expresión de su gente, de su idiosincrasia, de lo que es de ese pueblo y de lo que aspira a ser. Estos criterios son los que convierten el carnaval en una actividad cultural, educativa y en fiesta constructiva.
Moca una ciudad que fue fundada en el 1885, a pesar de sus sólidas raíces culturales, esta comunidad no tenía una tradición consolidada de celebrar el carnaval, a pesar de que en el año 1928 se hiciera una celebración majestuosa, que concentro a los más importantes sectores de la comunidad Mocana.
En este primer carnaval que se celebró en 1928, recogida por el antologista mocano Julio Jaime Julia, en libro ”Notas Para La Historia De Moca” se establece que fue una celebración memorable, fue proclamada como dictadora de las fiestas a una hermosa joven macana llamada Virita Guzmán.
Virita Guzmán fue una joven al reducido clan de la élite social de la Villa del Viaducto, de entonces, quien procedía de una de las más distinguidas familias de esta comunidad. Esta fue la primera Reyna que tuvo el carnaval mocano.
Este primer carnaval que se celebró en Moca fue auspiciado por El Club Recreativo. En 1988 desde el ayuntamiento se intentó lo que el CENSODE hace hoy. Se hicieron investigaciones en torno a lo que podría caracterizar este carnaval.
La investigación arrojo los resultados de que “El Jinchaíto de Moca” era el personaje “surrealista” con un carácter cultural, ancestral y propio. Además es conocido en todo el país y fuera de este. Otras alegorías culturales y carnavalescas pueden ser además, “Los puercos de pitico” “El trueno de Machepa” los diferentes “cucos” y personajes populares de nuestros barrios y comunidades.
El fervor patriótico de Moca, la acción heroica de nuestros de nuestros hombres podrían ser temas de carnaval. El viaducto y la historia del ferrocarril, nuestra primicia en tener como provincia un zoológico-botánico, el dicho de ser “seco, sacudió y medio por buen cajón” como la característica de anunciar los muertos por medio de alto parlante callejeros, son elementos apropiados de la cultura y folclore de Moca.

Refranes

"Antes de juzgar a una persona, camina tres lunas con mocasines". 
"Quien a mi hijo desmoca, a mí besa en la boca". 

Son los dos refranes más típicos dichos en este pueblo. Este proverbio incluye dos temas importantes a la hora de no juzgar precipitadamente a los demás: el ponerse en los zapatos del otro y el tiempo que hay que dedicarle a eso antes de emitir opinión.













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